Articulos sobre el pasado


Sobrevolando las islas de las profundidades

Tarde soleada en Barcelona. El día ha sido variante, pues hace apenas unas horas en ciertas zonas de la ciudad chispeaba, mas ahora no hay señales de las nubes que antes lloraban. Como todos los viernes ha sido un día largo, no por su longitud, pues hoy he tenido menos clases, sino ya por el mero hecho de ser viernes.

No tenía clase hasta las 10:30 ergo me he levantado más tarde de lo que es habitual en mi. Y ahora me encuentro aquí preparando el fin de semana, y contando la faena que tengo que hacer. Este es uno de esos momentos de mucho "stress", donde si llegase a perder los nervios, y empezase a tirarme de los pelos, acabaría por arrancarmelos todos.

Por suerte a largo de mis años como estudiante he llegado a desarrollar diversas formas de evadir ese stress. Una de ellas ya lo expliqué es mediante la utilización de yoga, hay otra que hoy explicaré y que habla de un lugar, el cual solo visité una vez, cuando era muy pequeño, mas desde entonces reside en mi interior como si un lugar secreto se tratase. Donde siempre me digo a mi mismo que algún dia volveré.

Durante mi infancia los veranos eran muy especiales para mi. Reflejaban el merecido descando a nueve meses de aprendizaje intenso, y por lo tanto reflejaban un tiempo de disfrute y relax. Recuerdo esa infancia con 6 o 7 años, y recuerdo esos veranos con bastante claridad. Las playas de mi pueblo, con aguas limpias y claras, y el sol intenso y abrasador que en esa época transformaba a un niño como yo, en alguién con un tono de piel bastante moreno.

Los veranos los pasaba en mi pueblo, disfrutando de aquellos hobbies que siempre he tenido, y disfrutando de la compañia de mi familia. Aunque debido a mi no saciable deseo de seguir aprendiendo cosas, también pasaba parte del verano estudiando cosas que nada tenían que ver con aquello que enseñaban en la escuela.

Mas los veranos en mi vida, en mi infancia, posiblemente serán recordados por los domingos. Cuando llegaba el domingo, parte de la familia nos reuníamos en el chalet de mi abuelo. Era todavía un infante, mas compartía aficiones con mi abuelo, que sigo compartiendo por supuesto. El amor por el mar, el buceo y el estudio del universo, eran un continuo tema de conversación desde que existe mi memoria, quizás desde los 3 o 4 años de mi existencia.

Y debido al cariño que ya entonces tenía por mi abuelo, siempre considerado como un segundo padre para mi, y que el siempre me había tratado mas como hijo que como nieto, los domingos se transformaban en algo realmente especial. Para mi eran el día del buceo. Durante muchos años buceamos, llenandome de las rascadas que me producían las rocas, mas hay un par de instantes que jamas olvidaré.

Ambos provienen de lo mas profundo de mi memoria, con lo cual, supongo que provienen también de lo mas temprano de mi infancia. El primero se situa cuando buceé por primera vez. Recuerdo un día muy claro, cuando todavía la playa de delante de mi chalet estaba llena de piedras. Y me recuerdo a mi mismo flotando de cara abajo, con la mascara de buceo puesta, mirando por primera vez el fondo del mar.

No se puede describir la sensación que supuso para mi aquella primera visión. El sol se reflejaba en el fondo del mar, produciendo destellos que inundaban mis ojos. El continuo movimiento del agua, creaba el efecto sobre la arena de un continuo mosaico de luces, que se reflejaba por todas partes gracias al agua cristalina. En ese momento sentí estar en el cielo.

El segundo lugar nos situa en un sitio cercano un par de años despues. Mi abuelo y yo acostumbrabamos a bucear la misma zona casi siempre. Mas un día decidimos cambiar de zona, para ver un poco mas al norte que había. Llegamos a una zona de aguas medias, metro y medio de profundidad, y zonas de dos metros. Las aguas también eran cristalinas. Así que nos decidimos a sumergirnos y empezar a buscar caracoles marinos, para llevarlos a la hora de comer.

Siempre he odiado los caracoles marinos, pero he de admitir que la acción de sumergirme para buscarlos, me apasionaba. Fue una sorpresa para nosotros lo que nos encontramos al sumergirnos, pues el fondo marino formaba un bello paisage que se repetía durante cientos de metros. En el fondo marino habían colocadas como si a consciencia se tratase, centenares de piedras grandes, totalmente redondeadas, y recubiertas de algas cortas, que daban la sensación cuando buceabamos por la zona, de estar sobrevolando montañas o islas.

Recuerdo claramente ese lugar, al que no volví nunca más desde ese día, vete a saber porque, más ya no volvimos. Y siempre me he dicho a mi mismo que algún día volveré a visitarlo. Aunque se podría decir que ya lo he hecho. Pues como iba diciendo al principio uno de los metodos que tengo para superar el stress, es el yoga y el otro es este. Y direis cual.

Cuando estoy realmente estresado, cierro los ojos y sin darme cuenta, vuelvo allí donde las aguas eran cristalinas, donde el sol se reflejaba en el fondo marino, formando miles de reflejos, como estrellas en el cielo. Vuelvo a sobrevolar aquellas islas, esta vez sin estar sumergido, y cuando termino, siento que he vuelto a salir de buceo, como hace ya tanto tiempo.

Quizás no vuelva nunca más aquel sitio, mas creo que aunque quisiera, no podría volver, pues aquel sitio seguramente ya no existe. Solo existe en mi mente. Solo existe en mi interior. Es algo que vi cuando era niño, que me marcó profundamente, convirtiendose en la mayor de las realidades, pues ese era el sitio, donde junto con mi abuelo, sobrevolabamos las profundidades.S

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La vida en un segundo, alrededor de un balón

Es viernes, las 11 de la noche. Hoy ha sido otro de los dias realmente largos, no solo en la facultad, sino que también aquí, donde he actualizado la web, y he aprendido bastante de css. Tenía intención desde un principio de escribir este artículo, mas no estaba seguro de que consiguiese actualizar la web antes de escribirlo.

El artículo de hoy habla sobre el pasado, concretamente de uno de los momentos mas bonitos y otro de los más tristes que viví a traves de uno de mis hobbies preferidos, el basket. Comencé a jugar a basket a la tardía edad de 15 años. No obstante antes ya jugaba con algunos amigos, aproximadamente desde mi llegada al instituto. Pero fue en esa época, cuando decidí meterme en un equipo amateur.

Recuerdo mis primeros pasos en el basket jugando con gente bastante mayor de lo que era yo. Teniendo en cuenta que yo tenía 15 años, jugar con gente de 24 era bastante impresionante, mas fue eso lo que me hizó seguramente mejorar bastante rápido. Unos inicios duros, ya que apenas sabía como botar el balón.

Mi historía comienza, el segundo año que jugaba como amateur. Teníamos un equipo bastante envidiable. Habia figuras como magic jouie, o air borja, pero antetodo había un sentimiento de equipo. No obstante, a pesar de mis palabras, habíamos quedado en la última temporada últimos de la liga amateur. En cuanto a la copa ni siquiera me acuerdo.

Comenzabamos la nueva temporada con muchas ganas. Recuerdo a todos mis compañeros con ganas de jugar el primer partido, pues durante el verano a penas si habíamos hecho alguna pachanga. Había cierta ansia de victoria despues de haber quedado ultimos en la temporada anterior, así que los entrenamientos siempre tenia bastante asistencia por parte de todos. Recuerdo que eramos bastantes, incluso para jugar un partido entre los componentes del equipo al acabar el entrenamiento.

La liga empezo, y tal como pensamos habíamos mejorado muchisimo. Jugabamos bastante rapido, con buenas transiciones, y mientras las estrellas del equipo se dedicaban a encestar, y a cerrar la zona, lo que menos puntuabamos nos dedicabamos a los rebotes, y al juego físico. Recuerdo que no era un jugador de demasiada puntuación, eramos un equipo que hacía muchos puntos por partido, pero que en realidad el 80% de los puntos los hacían las dos estrellas del equipo.

Tambíen recibiamos muchos pocos puntos, pues haciamos una defensa bastante agresiva. Los partidos fueron pasando, con lo qual nos colocamos primeros rapidamente. Hasta que llego gran partido de la temporada. El partido de ida de semifinales de copa. Recuerdo que estavamos nerviosos, pues nuestro rival era el ganador de la copa del año anterior. Nosotros eramos los mas regulares en la liga, pero ellos tenían equipo para ganarnos.

Nunca olvidaré aquel partido, fue igualado en todos los aspectos del juego, ellos encesataban, nosotros contrarestabamos el marcador. Llegamos al final del partido, y si no recuerdo mal, tuvimos que jugar una prorroga. Recuerdo muchas cosas de ese partido. Fue el partido de la SuperJugada de Tuti, con 3 fintas espectaculares a 3 sendos oponentes, y dejando sentado al cuarto oponente con una parada en seco, para lanzar y encestar a tablero desde un poco mas allá la linea de tiros libres.

Fue también un partido recordado entre Borja y yo, por un pase de espaldas que le di, despistando a toda la defensa, y por la jugada de presión al saque que protagonizamos el y yo, durante la prorroga, donde me presionaban para que no pudiese sacar de fondo, desde mi canasta, y el con una finta de cintura se desmarcó, haciendo factible un pase en profundidad que le lancé todo seguido.

Fue un gran partido, en el que fui expulsado por 5 personales en la prorroga, y en el que ganamos de 4 puntos. Nunca olvidaré la celebración de todo el grupo, en medio de la cancha saltando de alegría, ni el sentimiento de que lo habíamos conseguido todos juntos, con nuestro esfuerzo.

Perdimos el partido de vuelta, quedando eliminados de la copa, jugabamos en domingo, y muchos habíamos ido de farra la noche anterior. No obstante ganamos la liga con notable diferencia, y dentro del mismo club fuimos nombrados los juniors de oro, debido no solo a ser el primer equipo junior del pueblo, de basquet que ganaba algo, sino tambien por nuesta equipación dorada y un poco chillona.

El equipo poco a poco se fue desmembrando, hasta llegar al dia de hoy, que ya no queda casi nadie en el equipo. Es triste, pues siempre queda el recuerdo de cuando todos jugabamos juntos en la misma cancha, y con el mismo objetivo.

Podran pasar muchas cosas, y muchos años, pero yo jamas olvidaré a magic jouie y sus zapatos, a air borja y sus canastas increibles, a Tuti y su brazo del triple, a Emilio pasos de salida que siempre te sorprendia cuando menos te lo esperabas, a Vicente Camisas Marin, que siempre estaba alli si habia que repartir. A Xavi, majestuoso en el rebote, a pesar de no ser demasiado alto, Ramón la lapa defensiva ... Y a muchos más que eramos, que fuimos, pues no solo eran y son mis amigos, sino que también son mi equipo.

Por eso hoy, cuando ya han pasado tantos años, y pienso en lo que ocurrió entonces, me vienen ganas de levantarme y gritar, el grito que gritabamos antes de salir a la cancha, compañeros : 1,2,3 EQUIPO!.

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Sueños del Pasado, lo que el tiempo y la vida se nos llevó

Llueve en Barcelona. No cae una lluvia intensa, ni demasiado ruidosa. Otra vez en mi facultad con mi portatil. Se esta convirtiendo en una mala costumbre. Como ayer me encuentro sentado, esta vez, en una aula vacia, a la espera de comenzar una nueva clase. Me queda una hora de batería en el portatil, y una hora de espera para la clase. Asi que me dispongo a utilizar dicha hora en escribir este artículo.

Hoy el cielo esta gris, las sombras y el agua se extienden por barcelona. Y en esta aula, donde la unica luz que existe es la que entra a traves de la ventana, me siento totalmente comodo y reconfortado. Son estos días, en los que siempre he creido que el cielo llora, cuando en los momentos en los que no tengo nada que hacer, me detengo y sin darme cuenta caigo en cuentas de mi pasado.

Me gustaría haber escrito este artículo para ayer, mas la historia que él lleva, es una historia que lleva mucho peso en mi vida. Corresponde a muchos de los momentos de mi infancia, y es una historia que casi nadie sabe. Ni los mas allegados a mi la conocen con total exactitud, con lo cual, resulta dificil, transformar tantas sensaciones en palabras.

Comenzaremos esta historía hace aproximadamente 10 años. Era un día lluvioso como el que hoy cae en barcelona. Hacia poco que había comenzado el ultimo trimestre de mi octavo curso de EGB. La situación era realmente tensa, yo y mi amigo V., nos disputabamos los dos mejores sitios de nuestro colegio, en cuanto a notas. Es cierto que había más gente que sacaba iguales notas que nosotros, aunque no recuerdo si ese año ocurrió, de todos modos, en este campo los otros para nosotros no existían.

Nos conocíamos desde el parbularío, yo naci el 12 de Agosto, mientras que el nació el 14 de Agosto, del mismo año. Siempre realizábamos las mismas coñas entre nosotros, diciendo siempre que estabamos en literas contiguas en la sala de bebes, y que desde entonces no nos habíamos separado. Aunque sabíamos que era incierto, nuestra amistad asi nos lo hacia creer. Una amistad que se había forjado a base de rivalidad, rivalidad por ser el mejor, rivalidad por llegar uno el antes que el otro. Una rivalidad cuya historia se remonta a los momentos mas lejanos y borrosos de mi memoria.

Como ya era casi costumbre el ultimo trimestre el había sacado un exelente mas que yo, con lo cual la rivalidad entre los dos crecía. Aunque yo por esas epocas achacaba parte de su superioridad a que su tia era nuestra tutora, por lo tanto yo siempre jugaba en campo visitante y el en casa. En este punto de nuestras vidas nuestra rivalidad habia llegado hasta tale cuotas, que salíamos del colegio, y no existia otra vida que la del estudio, llegavan los fines de semana e se repetia el proceso. Todo el sufrimiento que padeciamos voluntariamente por ambas partes, solo tenia una posible recompensa, superar al rival.

Nuestra rivalidad se repartia por todos los campos, estudios, juegos, amistades... incluso en los deportes, pues él era seguidor merengue y yo blaugrana. El quería ser cirujano cardíaco, yo ingeniero de la nasa. Sueños de niños que vienen marcados, por momentos de la infancia. Recuerdo con claridad aquel trimestre. día a día luchava por superarme, psor llegar mas allá. Ya no servía realizar las tareas, y realizarlas bien. Tenía que realizarlas mejor, incluso aunque tuviese que realizarlas de dos en dos, debía entregarme y superar mis limites.

Recuerdo que fue uno de los años mas lluviosos de mi vida. Me lesione por primera vez con un esguince de tobillo, aunque esto no me impidio ir de excursión de final de curso. Recuerdo perfectamente mi clase, donde nos sentabamos el y yo, uno al lado del otro, siempre habia sido asi, desde que nos conocimos, y ambos estabamos orgullosos, no solo por que el otro se sentase a nuestro lado, sino porque sentiamos respeto mutuo por el otro.

Pasaron los días poco a poco aquel trimestre, se hacían eternos rodeados de libros, clases particulares, y repasos. Y por fin llego la semana de examenes. Una semana entera para realizar todos los examenes de todas las asignaturas. Recuerdo, mis lagrimas brotando el día del primer examen, pues habia 20 temas de unas 25 paginas cada uno, y yo no habia dormido en toda la noche. El motivo de mis lagrimas, no era otro, que no habia podido memorizar el tema 20, "solo" habia conseguido memorizar los 19 primeros temas. Me recuerdo a mi mismo llorando como un niño, de rabia, porque sabia que seguro que él se los habia aprendido los 20.

Llego la hora del examen, nos sentamos y nos pusimos a realizar cada uno su hoja de respuestas. Había tenido suerte, no había ninguna pregunta del tema 20, con lo cual "aun" podía aspirar a superarle. Mucha suerte si, después de una primera vista al examen, me di cuenta de que sabía todas las preguntas, asi que las conteste todas.

Cuando estava terminando, me di cuenta de que el estava nervioso, no se sabía una de las preguntas. El nerviosismo me vino a mi, pues pensava que esta vez seria yo la maxima nota. De pronto levanto la mano, para hacerle una pregunta a su tia, nuestra profesora de la asignatura, y tutora de la clase. Esta se acercó, y le dijo, no te acuerdas?, ayer mismo lo repasaste. El le contesto. Pues no me acuerdo.

después de practicamente un minuto insistiendo, ella, con cara de resignación, se acercó a la mesa, escribió algo en un papel minusculo, y al pasar por delante de la mesa de V., miró en todas direcciones, menos casualmente la mia, y dejó caer el papel encima de la mesa, las dudas de V. desaparecieron milagrosamente al instante y respondio correctamente la pregunta. No fue solo ese mi asombro, sino que al acabar el examen, me acerque a su mesa, y comprobe tal como temia, que antes del examen, habia escrito diversas frases con lapiz encima de la mesa, a modo de resumen de los temas.

Este fue quizás el punto de inflexión en nuestras vidas. Terminó el trimestre, y como siempre había pasado, milagrosamente, saco un execelente mas que yo. Pero el destino de nuestro futuro ya había sido definido, nuestro caminos se iban a separar, y nunca mas iban a encontrarse. Siempre recordare a aquel niño con gafas, al que tanto quería, y no se si es por el deseo, pero durante el resto de mi vida, sera considerado por mi, no solo rival, sino también mi amigo.

Volviendo a la actualidad:

Mi amigo V. según el rumor que se ha extendido en mi pueblo, fue ingresado en una clinica durante la semana santa. Motivo del ingreso, sintomas de un ataque de esquisofrenia. Después de acabar EGB, ambos nos fuimos a institutos diferentes. Al cabo de un año de abandonar ambos el colegio, recivio el primer fracaso escolar en su instituto. Al poco tiempo se habia envuelto en el mundo de las drogas, entrando en una espiral que ha acabado con este último rumor como noticia.

V. Alli donde estes, siempre te recordaré como aquel niño con gafas, que siempre me decía que queria ser cirujano cardíaco para salvar vidas.

Un abrazo, D4rkbyt3.